El noviazgo como relación de adolescentes con frecuencia se inicia desde lo que el propio joven vive y siente como su valor en un determinado momento y elije a partir del egoísmo y/o el temor, sin reconocer en el otro la oportunidad para relacionarse de manera generosa y desprendida, interesándose activamente en el desarrollo de su persona ni en el desarrollo de su novio (a). Las relaciones humanas no inician maduras y menos cuando se trata de relaciones en las que están involucradas las emociones, los sentimientos, especialmente el amor; y menos aún, cuando es una relación de adolescentes, puesto que viven una constante consolidación y definición de sus propios valores.

Con frecuencia el adolescente, al aceptar una relación de noviazgo, sin ser consciente de que con ello expone su salud, su proyecto de vida y despliega una relación de maltrato y abuso en lo que va permitiendo y/o propiciando en la relación.

El noviazgo en el adolescente es la oportunidad para conocerse y al mismo tiempo conocer al otro en su íntima personalidad, es una inmejorable oportunidad para que decida crecer como ser humano; ya que, motiva a vivir una experiencia única de valor incalculable o exactamente al contrario una experiencia que daña su presente y futuro en prácticamente todas las esferas de su vida, sobre todo cuando permite vivencias no planeadas.

El riesgo el noviazgo es alarmante basten tres datos para ejemplificar la magnitud del problema, en cuanto a salud1 a nivel nacional se presentan en México 1,088 nacimientos diariamente en adolescentes de entre 10 y 19 años de edad, en cuanto a proyecto de vida, se presenta un índice de deserción escolar2 que supera las 5000 deserciones diarias en el sistema educativo nacional en estudiantes en éste rango de edad, y en cuanto a maltrato y abuso la OMS3 reporta que 9 de cada diez relaciones de noviazgo presentan algún tipo de violencia y de ellas únicamente tres lo denuncian, ante este contexto, es necesario tomar acciones para atender el problema y procurar una sociedad más justa y equitativa donde haya mejores oportunidades para todos.

Si los adolescentes no aprenden a protegerse en las relaciones de noviazgo continuaran exponiendo y vulnerando su formación y continuarán siendo además de motivo de llanto e infelicidad la causa de vidas truncadas que dañan aún más el tejido social. Por lo que, mejorar la autoprotección en la actualidad es una urgencia. La tarea es que los adolescentes vivan en el presente una relación de noviazgo con visión de futuro, ello implicará verse como personas merecedoras, dignas y capaces de trabajar para construir relaciones que apoyen su desarrollo personal, familiar y social, al que todo ser humano tiene derecho.

  1. ISEM Programa de Salud Sexual y Reproductiva.
  2. Datos del Sistema Educativo Nacional.
  3. Informe anual sobre violencia 2018.